En el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica, celebrado en enero de 2010, BMW presentó un estudio titulado BMW ActiveE, que era otro atisbo de la movilidad eléctrica del futuro. En aquel momento informamos de que habría una flota de prueba de al menos 600 vehículos ActiveE para que clientes seleccionados adquirieran más experiencia en el uso de coches eléctricos en la vida cotidiana.
La versión de producción se presentará ahora en el Salón del Automóvil de Ginebra, en marzo de 2011, y se espera que haga las delicias de los primeros clientes antes de finales de año. El BMW ActiveE, basado en el BMW Serie 1 Coupé, debe entenderse claramente como una evolución del MINI E. Con el ActiveE se eliminan los mayores puntos de crítica del MINI E: El vehículo ofrece espacio para cuatro personas, tiene un maletero utilizable y, gracias a la tracción trasera, muchos menos problemas de tracción que el MINI E, que puede tirar violentamente del volante cuando se aplica toda la potencia.
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Ahora también está claro que la flota de pruebas constará de más de 1.000 vehículos y se fabricará en la planta de Leipzig, al igual que el Megacity Vehicle. El BMW ActiveE se podrá ver en Europa, EE.UU. y China, y proporcionará más información valiosa.
Mientras que el MINI E todavía tenía 204 CV y utilizaba un motor de AC Propulsion, el nuevo ActiveE ya utiliza una unidad de potencia que está mucho más cerca de la producción en serie. La máquina síncrona híbrida fue desarrollada íntegramente por BMW y ya se corresponde aproximadamente con el componente que también proporcionará propulsión en el Megacity Vehicle. El motor eléctrico produce 170 CV y un par máximo de 250 Newton metro. El ActiveE necesita 9,0 segundos para esprintar hasta 100 km/h, la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 145 km/h.
La autonomía en el uso diario debería ser de unos 160 kilómetros, con un máximo posible de hasta 240 kilómetros. La energía necesaria para ello se almacena en una batería de iones de litio con su propio sistema de refrigeración líquida, que se aloja en el suelo del vehículo y en el antiguo compartimento del motor. El espacio que requiere la batería es también la razón del pequeño portón en el capó. El volumen reducido del maletero a 200 litros se debe a la electrónica de potencia, que se aloja directamente encima del motor.
Uno de los mayores retos a la hora de transformar el Serie 1 Coupé en un coche eléctrico fue el alojamiento seguro de las baterías, ya que éstas no deben sufrir daños en caso de accidente. Naturalmente, las medidas correspondientes añaden más peso al vehículo, pero garantizan que el BMW ActiveE tenga un nivel de seguridad idénticamente alto al del Serie 1 Coupé con motor de combustión.
Visualmente, llaman la atención los «conductores eléctricos» pintados en plata sobre la carrocería de color blanco alpino, con sombreado en Azul Eléctrico. Otros rasgos distintivos respecto al Serie 1 Coupé normal son las salidas de escape «ausentes» y el sombrero sobre el capó. Por razones de peso, el BMW ActiveE viene normalmente con llantas de 16 pulgadas en diseño de radios en V, pero también se ofrecen opcionalmente llantas aerodinámicas de 17 pulgadas.
En el interior, las molduras en blanco Alpine y las costuras azules en contraste añaden un toque especial. Además, hay una pantalla revisada en la que el cuentarrevoluciones se ha sustituido por una pantalla que informa al conductor de cuánta energía se está extrayendo de la batería. Si se está almacenando energía a través de la recuperación, también se muestra.
La pantalla central de infoentretenimiento también visualiza los flujos de energía en el vehículo. Las pantallas eDrive también incluyen el estado de carga de la batería, así como detalles como el estado del sistema de aire acondicionado y calefacción. Durante el proceso de carga, también se muestra aquí el tiempo de carga restante.
Si el conductor desea disfrutar de la máxima eficiencia, sólo tiene que pulsar el botón ECO PRO para optimizar tanto la transmisión como las funciones de confort para obtener la mayor autonomía posible. Además de ajustar la curva del pedal del acelerador y las curvas más planas de calentamiento y enfriamiento del aire acondicionado, los consejos orientados a la demanda para reducir el consumo garantizan la máxima autonomía.
En comparación con el Megacity Vehicle, que entrará en producción a gran escala en 2013 y del que conoceremos más detalles dentro de unos días, el BMW ActiveE todavía tiene algunas desventajas: su base, el BMW Serie 1 Coupé, se desarrolló con vistas a integrar una cadena cinemática convencional con un motor de combustión interna.
Si quieres utilizar un vehículo de este tipo como base para un coche eléctrico, tendrás que aceptar unas condiciones relativamente difíciles. Mientras que los vehículos con motor de combustión tienen un motor relativamente pesado y un depósito relativamente ligero para almacenar la energía, en un coche eléctrico el almacenamiento de energía en forma de baterías es muy pesado, mientras que el propio motor es muy ligero. Además, las baterías requieren bastante más espacio que el depósito de gasolina o gasóleo.
Por eso, la disposición ideal de un coche con propulsión eléctrica es completamente distinta: Para lograr la máxima seguridad en caso de accidente, un centro de gravedad bajo y una buena distribución del peso, las pesadas baterías deben colocarse en el centro del vehículo y lo más cerca posible del suelo.
El motor puede colocarse directamente en el eje motriz, que debería ser el trasero para mejorar la tracción. Esta es exactamente la disposición que veremos en el BMW Megacity Vehicle de 2013, que también se beneficiará de un peso extremadamente bajo para los vehículos eléctricos gracias a su célula de pasajeros de carbono.
Estos factores tienen un efecto positivo en la maniobrabilidad en curvas, en las prestaciones de conducción y, no menos importante, en la autonomía, lo que confiere al vehículo de clase compacta desarrollado como parte del Proyecto i una ventaja significativa sobre los vehículos que fueron diseñados originalmente para utilizar un motor de combustión interna y luego simplemente se convirtieron a la propulsión eléctrica.